El Archivo CCXCVI - Aduanas, ¿Obstáculo Del Turismo?
Alejandro José Gallard Prio – domingo, 19 de enero del 2014.
Las Aduanas de Nicaragua, ya sean de los Aeropuertos o de nuestras fronteras, son sin duda, el principal obstáculo para el desarrollo del turismo. Soy testigo de la falta de visión y profesionalismo de sus Agentes, lo cual, la experiencia vivida por una distinguida señora nicaragüense-americana, residente en el Estado de Florida y ciudadana de USA, nos lo viene a confirmar.
La experiencia nos dice que las Aduanas parecen ser un nido de malos y aberrados funcionarios, quienes con su comportamiento y abusos, reflejan una imagen negativa ante nuestros visitantes. Todo lo contrario de lo que en realidad es el nicaragüense: Simpático, atento, cordial y respetuoso.
Lo que les voy a relatar lleva como propósito de que alguien dentro de la Administración, decida poner alto a esta vergonzosa actitud. Asimismo, apelo a la Cámara Nacional de Turismo de Nicaragua, para que tomen injerencia y conciencia del prejuicio que esa negativa actitud de los agentes e inspectores de las Aduanas, están causando al desarrollo del Turismo.
En realidad, todos los que nos visitan, son turistas, ya que cuando uno se desplaza a otro país, no importa si se viaja en misión comercial, institucional, familiar, profesional o educacional, se convierte en un consumidor de productos, bienes y servicios, contribuyendo en forma directa con los impuestos al fisco e incrementando el circulante que beneficia a todos, sin hacer uso de los servicios sociales del país que visita.
Por lo tanto, es pertinente que conozcan la experiencia de una visitante que a las 5:30 am del domingo 5 de este mes, arribó al Aeropuerto Internacional de Managua, en el vuelo de Avianca procedente de Miami, una joven señora que viajaba en la misión más emotiva y sentimental que la vida nos presenta, acompañar a su familia, al sepelio de su querida Madre en su viaje a la eternidad.
Su numerosa familia la esperaba en el Aeropuerto, tenía 4 años de no visitarlos, en medio de los abrazos y llantos, notaron que viajaba sin maletas, pero ella les aclaró que traía dos maletas, pero que al pasar por Aduanas, después de abrirlas, manosearlas y alborotarlas, encontraron solamente ropa, pero decidieron retenérselas, diciéndole que tendría que regresar el siguiente día a las oficinas de Aduana del Aeropuerto a reclamarlas. Esa son las Oficinas que mencioné en unos de mis Archivos anteriores, donde hay que hacer línea en la carretera para que uno de los mal encarados porteros, te conceda entrar. (El Archivo CCLXI en el último párrafo, CCLXIV, segundo párrafo)
La señora, que venía desvelada y agobiada con la triste noticia del fallecimiento de su madre, le rogó al Agente que por favor le concediera sacar de las maletas, vestido y zapatos para asistir al funeral de su madre, así como vestidos para sus hermanas, ya que no quería sobresalir, a lo que la o el Inspector, que supuestamente representa a una Administración que está empeñada en recibir a nuestros visitantes con sonrisas y cortesía, tajadamente le contesta que no puede sacar ni una sola pieza o sea que tiene que permanecer con la ropa de viaje, durante todo ese día hasta el lunes 6, después de las 8:30 am, que puede presentarse en la mencionada oficina a reclamar.
Tanto ella, como la familia, abrazadas en el amor y el llanto de la perdida física de su progenitora, deciden no insistir y esperar el siguiente día, que es donde realmente empieza el espectáculo de unos funcionarios que sin duda, deben ser infiltrados, con el marcado propósito de desacreditar a la Administración.
Por quejas que he escuchado, este no es el único episodio en el cual están involucrados ciertos empleados aduaneros, que sin duda, se enmascaran como ardientes partidarios del partido político de turno, para anular el esfuerzo que miles de servidores y funcionarios realizan por el progreso del país, ayudando así, al desarrollo del turismo.
La señora y un par de familiares que le acompañaron pasaron hasta las dos de la tarde del lunes 6, escuchando pueriles argumentos, tales como ¡solo se permiten 6 piezas de vestir por persona! a los visitantes y siendo testigos, mientras pasaban las horas, de otros viajeros que llegaban a reclamar productos de lujo, que algunos pagaban con dólares y otros solo pasaban sin pagar nada, aparte de una serie de estupideces, por lo que, ya cansados, decidieron no reclamar más, pagar US$ 56 dólares por bodegaje y otros servicios inexistentes, permitir además que le bonificaran el pasaporte y solicitar que las maletas, una de las cuales estaba rota, fuesen devueltas a la línea aérea, ya que la Señora decidió regresaba a casa el siguiente día, triste de no haber podido compartir con su querida familia, todo debido al empecinamiento de malos funcionarios aduaneros.
Escuchando el relato, lo único que lo explica, es lo que dijo, uno de los empleados de Aduana, cuando la Señora fue a reclamar sus maletas para que se las entregaran a la línea aérea, que resulto otra odisea: "Ella es así, cuando se ensaña con alguien. Ella es así. Yo veo que usted no trae nada que aforadle". Y yo, me pregunto: ¿es que las Aduanas, no tiene Inspectores o Directores responsables?
Ruego a Doña Johanna y familiares, aceptar, en nombre de los profesionales de turismo, nuestra condolencia por la pérdida de su querida madre y segundo, perdonar las ofensas de esos malos hijos de su lar nativo, que esperamos, después de una exhaustiva investigación, sean removidos de sus cargos.El problema de las Aduanas en Nicaragua, es solo uno de los detalles que no permite a este país, como a muchos otros del mundo en desarrollo, el ser "destinos" donde el turismo significa desarrollo y progreso, como España, que en el 2013, recibió 60 millones de turistas, si, no han leído mal, 60 millones, lo cual los está salvado de todos sus desastres económicos.
2da parte
He recibido comentarios sobre nuestro "esposé" de la semana pasada, lo cual confirma que hay algo que huele mal en muchas de las dependencias relacionadas con servicios al Turismo.
El más corto de los correos recibidos, nos comenta desde Los Ángeles, California que: "Es una pena lo que acontece, porque la impresión que dan los funcionarios, es totalmente diferente a la personalidad real de la gente del país".
Otro lector, también de California, Doña Nelly, nos comenta que "el tema de la Aduana, debiera de ser publicado en la Prensa Nacional de Nicaragua y no dejarlo hasta que se vea un cambio en estas aduanas, especialmente en su personal, que solo deja "vergüenza" para el país".
Y continúa: "Mi hermana y familia en California, utilizamos una Agencia que envía encomiendas a Nicaragua, por medio de la cual, enviamos cajas, no "cajones". La Agencia nos dice que llegará a Nicaragua lo más tarde en 30 días, pero el resultado final es que las entregan hasta ocho (8) meses después -todo porque, según ellos, lo Aduana no se las quiere procesar etc. Cuando al final, las cajas son rescatadas, se reciben saqueadas, mojadas, rotas, etc. Un abuso que no tiene nombre, que avergüenza!!!".
Es notorio que la palabra "VERGÜENZA" sobresale, o sea, estos malos funcionarios están avergonzando a Nicaragua, a la Administración que confía en ellos para prestar un servicio y no para sabotear el esfuerzo de todos aquellos que luchan por la imagen de una Nicaragua responsable, honesta y servicial.
Podríamos llenar páginas de abusos cometidos por los aduaneros, pero es perder el tiempo, ya que todos los conocemos, tanto así, que la mayor parte de los ciudadanos que residen en el exterior, ya saben que es mejor enviar efectivo a sus parientes, para que estos puedan comprar, en el mercado local, lo que necesitan.
Las maletas de los que nos visitan, no son vehículos de contrabando y si, alguno que otro de nuestros visitantes, exagera en traer artículos demás, por darle alegría a los suyos, esto no amerita decomisarlas, ya que no es mucho lo que se puede traer con un límite de 50 libras y en dos maletas por visitante, a lo que debemos restar lo de uso personal. Los agentes de aduana, deben perseguir el verdadero contrabando que entra, no en maletas, sino en furgones.
Ha llegado el momento de que las autoridades resuelvan investigar a fondo el sistema, e instruir a sus funcionarios a que sean servidores y colaboradores dentro de la ley, a que no abusen del indefenso viajero, empecinándose en nuestros hermanos de la diáspora nicaragüense-americana, quienes contribuyen a través de remesas que envían a sus familiares, a mitigar el problema de nuestra débil economía, aparte de que con sus viajes, son los pilares de nuestro incipiente desarrollo turístico.
Pero no podemos cerrar este ARCHIVO, dejando de mencionar a nuestras fuerzas del orden público, la Policía Nacional de Nicaragua, que lamentablemente siguen abusando de los que se moviliza en vehículos que ellos detectan son de alquiler, o pertenecen a un visitante, o extranjero residente en este país, con su ya famosas frases ¿sabe por qué lo pare? y como les es difícil ser específico, usan la trilladas frases de "mala maniobra" o "se cruzó la raya", la famosa raya que no se puede ni pisar, "pisó la raya".
Sobre el particular, recibí un correo que me es grato transcribirles: "El 11 de enero del presente año, vivimos unos momentos muy desagradables en el trayecto de la carretera Nagarote a Managua, por el sector inmediato a Mateare, cerca donde están las Maquilas, donde nos detuvo un agente de tránsito y solicitó la licencia de mi esposo, así como los documentos del vehículo que habíamos alquilado en el aeropuerto, diciéndonos que habíamos pisado la línea amarilla, por lo que tenía que retener la licencia, lo que nos sorprendió ya que nosotros estábamos seguros que no fue así, pues veníamos despacio circulando detrás de un camión que se detuvo y pensamos que era que estaba haciendo su pesaje en una báscula de carretera".
Y continúa "Como era nuestra palabra contra la suya, no podíamos discutir. El agente nos mando al banco a pagar la multa, para poder rescatar la licencia, lo que nos preocupó, pues teníamos el tiempo calculado para llegar al aeropuerto a tomar el vuelo. Por lo que le dijimos que si le entregábamos el dinero, podría hacernos el favor de pagar la multa, respondió que eran C$ 700.00, le entregamos 20 dólares y un billete de 100 córdobas, después de lo cual devolvió la licencia. Cuando nos alejábamos, por el retrovisor, vimos que paró a otro vehículo de alquiler similar al nuestro y por supuesto que no sabemos cuánto le quitó. Considerando que esa política de estar inventando infracciones a los turistas perjudicará la afluencia de visitantes al país, quise hacer mi denuncia a La Prensa, pero no pude entrar a su correo, por lo que le agradecería que usted lo comentara. Sandra".
Como los que residimos o hemos visitado Nicaragua sabemos que lo dicho por Doña Sandra es cierto, aquí les dejo otra misión a las autoridades, para eliminar esa fuente ilegal de ingreso de los policías, ya que es lamentable la reputación que ya tenemos, de ser un país, donde la Policía, abusa de los que visitan Nicaragua, para aumentar sus ingresos, ya que el salario que reciben es vergonzoso.
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