por Alejandro Gallard Prio
domingo, 13 de abril del 2014.
Hoy es Domingo de Ramos, que también llamábamos de "Jesús de la Borriquita". Todavía, en el siglo XXI, el mundo celebra con procesiones y ritos ancestrales la inigualable "Semana Santa", una de las contribuciones de la religión católica a la unión familiar. Por cuarenta días, durante la "Cuaresma", el catolicismo organiza retiros espirituales y peregrinaciones en preparación a su Semana Mayor.
En muchas ciudades, los Via crucis de los Viernes de Cuaresma, son procesiones con espíritu comunitario, ya que generalmente su recorrido es a través de los vecindarios, donde casas, escogidas previamente, colocan una mesa en la calle para descansar la imagen, y una cruz en la pared, adornada con flores, representando la estación, donde los profesantes todos, rezan y oran, recordando sus propias luchas y encontrando esperanza de redención. Estas procesiones y la del Santo Entierro son las más importantes.
En Nicaragua hay dos peregrinaciones muy singulares, una que nos transporta a los viajes que realizaba los antepasados en carretas haladas por bueyes y otra lacustre, realizada en barcas que hacen las estaciones en las isletas del lago Xolotlán.
Anualmente, para esta época, cientos de peregrinos organizan una caravana de carretas y carretones, que desde los llamados Pueblos Blancos (Jinotepe, San Marcos, Masatepe, Santa Teresa, Niquinohomo, etc…) localizados en la cordillera cafetalera del Pacífico nicaragüense, así como de la ciudad colonial de Granada, recorren unos 45 kilómetros, hasta el pueblo de Popoyuapa, Rivas.
Son 360 carretas y carretones que se juntan en una sola caravana, halados por bueyes o caballos, viajan de día y acampan por la noche, en sitios previamente escogidos y debidamente vigilados por la policía, con alegría y fe de promesantes tienen por meta el "Santuario Nacional Jesús del Rescate", donde una milagrosa imagen convierte en estos días al pequeño pueblo de Popoyuapa, en un campamento de peregrinos que permanecen en sus carretas, hasta el Viernes de Dolores.
Este exclusivo "tour" religioso ya es histórico, según un reciente reportaje de El Nuevo Diario, una promesante, "doña Adilia Vado Calderón, quien con 88 años repitió el viaje en carreta que realiza desde hace 22 años. Según dice, viajar en carreta desde su natal San José de Gracia, en Santa Teresa, Carazo, es una tradición familiar". Hace un tiempo, fui a visitar las carretas, en su recorrido y en Popoyuapa, impresionante. Al platicar con los profesantes se siente la fe, la devoción que les nutre de la fuerza corporal requerida para realizar esa epopeya turística religiosa.
Sería interesante que alguien con visión, organizase tours en auténticas carretas haladas por bueyes, con ciertas comodidades mínimas, para que una pareja con hijos (no más de 2) puedan viajar cómodamente por unos tres a cuatro días cerca de la naturaleza, por caminos que penetran nuestra vida rural.
No tendrían que pasar por dificultades, ya que se instalarían en el recorrido, facilidades portátiles para sus necesidades fisiológicas, en la caravana de unas 20 a 30 carretas con un vehículo cocina, unos 60 adultos y 20 jóvenes que por las noches tendrían fiestas campestres a la luz de fogatas o linternas a las cuales los organizadores podrían invitar a oriundos del aérea, debidamente capacitados para cooperar como anfitriones.
La seguridad y asistencia médica, es de vital importancia, así que sugerimos habilitar una policía montada, a caballo y usando cuadriciclos todo terreno, y la asistencia médica, en arreglo con la Cruz Roja nacional.
Habrá polvo en los meses de verano, para eso hay máscaras protectoras y en los meses de lluvias, momentos de aventura propios para una carreta. Quedan detalles por resolver, pero es algo novedoso, exclusivo, excitante, combinado con la placidez de revivir el pasado y aprendiendo que no todo en la vida es velocidad y electrónica, que los atascos se arreglan bajando de las carretas, empujando todos, al lado de los mansos y fieles bueyes.
Esta actividad turística se puede realizar en los países donde todavía existen rutas donde estos vehículos coloniales se usan (como el caso de las 360 de la peregrinación a Popoyuapa) o se puedan usar. Solo falta el empresario ingenioso y un gobierno que le apoye a través de su Ministerio de Turismo.
Volviendo al tema, en nuestro trópico estas celebraciones coinciden con la temporada seca y calurosa, por lo que los gobiernos decretan días de ocio, para que las familias puedan visitar las playas y atender los servicios religiosos, que generalmente se llevan a cabo por las noches para que sus fieles puedan, durante el día, visitar las costas de los ríos, lagos o mar, así como paseos a nuestras montañas, donde el clima de verano es agradable.
La Semana Mayor, desde el aspecto turístico religioso, tiene destinos famosos por la solemnidad y tradición de sus procesiones, lo cual atrae muchos visitantes, tales como Sevilla, España; Ciudad Antigua, Guatemala y Puebla, México. Roma y Jerusalén, como nos dice nuestra amiga Gabriela Marinelli, directora de TurismoTV, Buenos Aires, Argentina, le impactaron "porque son turistas de todo el mundo en el espíritu de Semana Santa.... en una misa en la plaza de Vaticano para el domingo de Resurrección, yo pude sentir vívidamente lo que Semana Santa es.... lo que la religión es... y vaya que es turístico también... y en Israel... que decirte? Raro, muy raro... increíble".
Al desearles felices Pascuas, Happy Easter, en unión de vuestras familias, les rogamos hacernos llegar sus opiniones, ya que de ellas nutrimos nuestros escritos. Hasta el próximo domingo, 20 de abril, con El Archivo CCCIX.
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