Hace 2800 años, los fenicios la fundaron. Los romanos la habitaron tiempo después a lo largo de muchos años y también vivieron allí su tiempo de apogeo , los árabes. En 1478 fue anexada a la Corona de Castilla. Lo cierto es que Málaga, una de las más antiguas ciudades europeas, creció y tejió su fisonomía a ritmo acompasado de sus tan diferentes habitantes y las huellas permanecen perceptibles en cada manzana de esta ciudad que hoy se erige como un notable centro de entretenimiento, económico y cultural, y un importante nodo de comunicaciones del litoral mediterráneo con una avasallante propuesta.
Málaga ha sido declarada Conjunto Histórico ya que pocas ciudades en el mundo presentan una superposición tan amplia de huellas del paso de civilizaciones a lo largo de los siglos, tanto de Oriente como de Occidente en tan reducido espacio urbano. Restos fenicios, púnicos, romanos, árabes convierten al centro de la ciudad en un auténtico mural histórico en el que conviven monumentos como el Teatro Romano, la Alcazaba, la Catedral, la Aduana, la Judería y un rico patrimonio arqueológico soterrado.
Sus principales monumentos se encuentran en el monte Gibralfaro y sus inmediaciones. De la Málaqa musulmana se conserva el castillo que corona el monte, construido durante el siglo XIV sobre un anterior recinto de origen fenicio que también contenía un faro que da nombre al cerro.
A los pies del monte Gibralfaro y de la imponente Alcazaba - fortaleza palaciega también de la época musulmana- se encuentra el Teatro Romano, edificado en la época del emperador Augusto, a comienzos del siglo I .
A pocos minutos a pie, la Catedral de la Encarnación, de estilo renacentista y elementos barrocos, da cuenta de la conquista cristiana de la ciudad y junto a ella, el Palacio Episcopal, edificio barroco clasicista con una elaborada portada-retablo.
Perderse en las calles circundantes hasta llegar a la calle Marqués de Larios es un disfrute para los sentidos. Esta vía abierta en 1891 con la idea de comunicar la plaza Mayor -hoy plaza de la Constitución- con el Puerto de Málaga ofrece una variada cantidad de comercios de indumentaria y gastronomía que dejan perplejo a cualquier visitante. Flanqueada por una serie de edificios de estilo inspirado en la Escuela de Chicago, es un ejemplo único en Andalucía y tienen allí lugar casi todos los grandes acontecimientos de la ciudad. Así no será difícil toparse con algún evento cuando quiera que se vaya más allá de las grandes procesiones como la de Semana Santa y las inolvidables y coloridas en junio de los Santos Patronos Ciriaco y Paula y la del Corpus Christi.
Málaga es también conocida por ser el lugar de nacimiento del famoso pintor Pablo Picasso y por eso cuenta con dos espacios dedicados al artista en el centro histórico: la Casa Natal de Picasso, situada en la Plaza de la Merced, que alberga la fundación del mismo nombre y donde se conservan objetos de su infancia, y uno de los tres museos de mayor importancia sobre el artista, el Museo Picasso Málaga.
El recorrido de museos se extiende a otros con colecciones importantísimas, el Pompidou en su sede Malagueña tiene en exposición permanente con parte de la obra de Miró, Dali y Frida Khalo
También es oportuno emprender un paseo por la calle Alcazabilla que corre entre la Plaza de la Merced y la Plaza de la Aduana. Este recorrido es, en sí mismo, un viaje por los últimos 3000 años de la historia de la ciudad, ya que concentra en sus 250 metros el neoclásico Palacio de la Aduana, el acceso a la Alcazaba, el Teatro Romano que se puede contemplar en su totalidad desde un balcón mirador, parte de la Judería de la ciudad y el jardín arbolado del Museo Picasso, en el renacentista Palacio de los Condes de Buenavista.
Otro edificios emblemáticos de finales del siglo XIX y principios del XX como los Almacenes Félix Sáenz, el Mercado de Atarazanas , la Casa Lange, el Edificio de viviendas «Desfile del Amor», el Mercado de Salamanca, el Palacio de Miramar, el Palacio de la Tinta, la Plaza de toros de La Malagueta, el Colegio del Mapa, la Junta de Obras del Puerto y la Tabacalera, entre muchos otros son dignos de ser admirados.
El Parque de Málaga, jardín botánico subtropical paralelo al puerto - trazado en terrenos ganados al mar entre la Plaza de la Marina y el neogótico Hospital Noble y la Plaza de toros de La Malagueta- se propone también como un itinerario exquisito. En casi un kilómetro de longitud y jalonado con pequeñas estancias, paseos y estatuas, contiene ejemplares vegetales procedentes de los cinco continentes y adaptados de manera natural a Málaga, constituyendo una rareza botánica en Europa. Muy cerca, el Palmeral de las Sorpresas propone un paseo flanqueado por una singular pérgola en un jardín integrado por palmeras, arbustos, plantas y fuentes minimalistas.
Desde allí se pueden admirar también la Casa Consistorial, la sede del Banco de España, el neomudéjar Rectorado de la Universidad, la antigua Casa del Jardinero Mayor y el Palacio de la Aduana, palacio neoclásico sede del Museo de Bellas Artes.
Un capítulo aparte para el puerto con el muelle completamente renovado. Paseo obligado de los malagueños y viajeros ocasionales, todo el recorrido hacia el faro lo integran locales con diversas propuestas gastronómicas que durante la tarde tendrán desde sus terrazas, una privilegiada vista de la puesta del sol coronando a la ciudad. El Muelle Uno es de visita imprescindible
Para los más calmos, la posibilidad de hacer el recorrido superior, libre de estímulos y con una excepcional vista a la playa de la Malagueta que también ofrece un extenso recorrido en el borde del mar altamente recomendable.
Málaga es todo esto, pero también es mucho más. Es su gente siempre dispuesta a la algarabía y el canto, a la reunión con amigos, a los tragos en rondas de bares. Es su ambiente, apacible de siesta en la tarde y bullanguero y colorido cuando cae la tarde y explota la noche. Málaga es 3000 años de historia viva que se ofrece al visitante sin reservas.
Así como la ciudad de Málaga es completamente imperdible, la provincia de la cual Málaga es ciudad cabecera, también lo es.
La provincia de Málaga se despliega en una combinación de deslumbrantes playas y en su serranía, pueblos de profunda belleza. El azul Mediterráneo intercala con doradas arenas y profundos valles verdes de sierras que caen al mar.
En su litoral marítimo, cada año, la Costa del Sol recibe un amplio reconocimiento de la Union Europea al concederle las Banderas Azules, un distintivo de calidad que flamea en al menos 30 playas malagueñas en cada período.
En el extremo oriental de la costa del Sol, Maro, Nerja, Torrox , Torre del Mar y Rincón de la Victoria destacan por su distinción y todas las comodidades que ofrecen .
En las playas de la costa occidental, las renombradas Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas , Marbella y Estepona se erigen majestuosas con todo tipo de alicientes para el turista.
Las playas de la provincia de Málaga son visitadas por millones de personas por año. Sin exagerar. Millones que de ser mencionados podrían acobardar a unos cuantos. Pero no! A pesar de la gran cantidad de viajeros que desde el norte de Europa eligen el destino recurrentemente por el clima siempre afable, la gastronomía exhuberante y la alegría propia de los andaluces, en la provincia de Málaga hay lugar para todos. Y en Málaga Capital, que además suma puntos extra por su contundente oferta cultural, también existen playas urbanas que disponen de todo lo necesario para que el viajero pueda disfrutar de deporte, ocio y recreación.
Y más allá de sus playas, la provincia de Málaga ofrece una innumerable lista de tentaciones difíciles de resistir.
A pocos kilómetros, sólo dejando por un tiempito la playa, y adentrándose en la serranía malagueña, la posibilidad de descubrir tesoros como las Cuevas de Nerja, el Caminito del Rey, Ronda; Antequera, hacen de la provincia Málaga, un destino para no dejar pasar.
Y, como si todo esto fuese poco, no solo son sus playas, o sus pueblos en la sierra malagueña, es también su ambiente y su comida.
A la gastronomía tradicional basada principalmente en los productos de mar donde los espetos de sardinas y el afamado pescaito frito son las vedettes, se le suman los modernas propuestas que ofrecen cocina de fusión altamente creativa.
Recorrer la provincia de Málaga supone toparse con bodegas y viñedos ubicados en antiguos monasterios, fincas donde podrán degustarse los mas variados sabores de aceite de oliva, y reencontrase con platos de olla con aromas y texturas para el asombro.
El viajero encontrará en la provincia de Málaga todo lo que se necesita para gozar de un destino donde siempre se podrá descubrir algo más.
La provincia de Málaga es multifacética. Tan inmensa en su oferta como breve en sus trayectos.
Todo está lo suficientemente cerca como para no sentir el agobio de largos viajes. Son los recorridos, además, tan hermosos paisajísticamente, que aún los más extensos se convierten en una propuesta en sí mismos.
La provincia de Málaga es imperdible en cualquier viaje a España. Vale la pena explorarla y dejarse atrapar por la multiplicidad de sus estímulos!
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