El Riachuelo, uno de los ríos más emblemáticos y controvertidos de Buenos Aires, ha vuelto a ser navegable después de 13 años de intensos trabajos de saneamiento. Esta notable hazaña no solo representa un logro técnico y ambiental significativo, sino que también marca un hito en la revitalización de la zona sur de la Ciudad.

En un hito histórico, el primer viaje del catamarán que conecta Puerto Madero con La Boca se llevó a cabo, abriendo una nueva era para el turismo y la vida en la Ciudad de Buenos Aires. "Recuperar la navegabilidad del Riachuelo añade un atractivo más a esta parte de la Ciudad. La transformación del Riachuelo es increíble", expresó Jorge Macri, quien destacó: "Hoy en día, cuando visitamos el Riachuelo, ya no percibimos esos malos olores a los que nos habíamos acostumbrado. Además, la flora y fauna están regresando; frente al edificio de la Fundación PROA se ha formado un islote natural. Es emocionante ver el resultado de estos trabajos de saneamiento".

La Ciudad de Buenos Aires, a través de su participación en la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR), ha trabajado incansablemente en la recolección de residuos tanto en el borde costero como en el lecho del río, así como en la desinfección, desmalezamiento, fumigación de plagas y mosquitos, y la limpieza constante del espejo de agua y sus alrededores. Este esfuerzo ha sido esencial para transformar el Riachuelo de un río notoriamente contaminado a un curso de agua navegable y una atracción turística.

Gracias a estos esfuerzos, hoy en día cualquier embarcación puede ingresar a la Boca del Riachuelo y llegar hasta el puente transbordador Nicolás Avellaneda. El paseo en catamarán, que dura aproximadamente 40 minutos, ofrece una experiencia única que combina turismo y educación ambiental, partiendo desde Puerto Madero en el muelle de Cecilia Grierson 400, en Dársena Norte. Durante el recorrido, los pasajeros reciben información detallada sobre el ecosistema y la rica historia de Buenos Aires, en un entorno que combina comodidad y aprendizaje.

El costo del pasaje para este fascinante viaje es de $17 mil para los extranjeros, $14 mil para los residentes argentinos, y $6 mil para los menores de entre 3 y 5 años. Este servicio es operado por la empresa de transporte fluvial Sturla, que ha trabajado en colaboración con las autoridades para garantizar una experiencia segura y enriquecedora para todos los visitantes.

El mantenimiento y limpieza del Riachuelo no se detiene; todos los días, incluyendo fines de semana y feriados, equipos de ACUMAR, el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, Prefectura Naval y APRA, realizan tareas de fumigación, desinfección, desmalezamiento y recolección diferenciada de residuos. Todo este trabajo se realiza bajo estrictos parámetros de sustentabilidad, garantizando que el progreso ambiental logrado hasta ahora sea duradero.

El nuevo paseo en catamarán se enmarca en el Proyecto Sur, el ambicioso plan de turismo de la Ciudad que busca resaltar la identidad única de La Boca, celebrando su pasión por el fútbol, su rica historia de inmigración y el vibrante legado del tango. Además, este proyecto contempla el renacimiento de la actividad nocturna en Caminito, con un reordenamiento del espacio público, una reorganización del transporte y un refuerzo en la seguridad, para que tanto locales como turistas puedan disfrutar de la zona de manera segura y placentera.

Paralelamente, la Ciudad de Buenos Aires sigue adelante con el proyecto de recuperación de la costa del Río de la Plata, con iniciativas que se extienden más allá del Riachuelo. En la costa sur, la puesta en valor del frente ribereño y la creación de nuevos espacios públicos se unen al Plan BA Costa, que abarca obras en 110 hectáreas de la costanera norte. Uno de los puntos destacados de este plan es la reciente inauguración del Parque Costero, una playa urbana que se convierte en un nuevo espacio de recreación frente al majestuoso Río de la Plata, ofreciendo a los porteños y visitantes un entorno natural renovado y accesible.

Este logro en la recuperación del Riachuelo es una demostración tangible del compromiso de la Ciudad de Buenos Aires con la mejora del medio ambiente, la revitalización de su patrimonio natural y el impulso de un turismo sustentable y de calidad, que pone en valor la historia y cultura locales mientras promueve un futuro más limpio y próspero.

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