Ibiza marca desde hace años, tendencia. Y es, internacionalmente, sinónimo de animada vida nocturna. Lo que se vive en sus noches y lo que se disfruta en sus playas marca, inexorablemente, el rumbo de lo que sucederá en otras, muy alejadas de la isla mediterránea.

Pero su oferta es considerablemente más variada y generosa. Hay mucho más en Ibiza para disfrutar de lo que la hace tan ansiada. Tanto que cada visitante podrá tropezar con increíbles sorpresas sólo desplazándose unos pocos kilómetros desde el centro de la ciudad, para armonizar estratégicamente todo lo que esta isla, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1999, brinda.

A menos de 10 kilómetros del aeropuerto de Ibiza y accesible a través de varias líneas de bus, el histórico pueblo de Santa Eulalia -en la costa este de la isla- es uno de los que reúne las condiciones ideales para garantizar al viajero encontrarse con la totalidad de los atractivos a la hora de visitar Ibiza. Más allá del agradable y renovador descanso a orillas del mar suma, además, otros atractivos como su barrio antiguo, la encantadora zona del puerto deportivo, el paseo marítimo y la fascinante geografía de su perfil marino.

Desde ya, las paradisíacas calas y playas que se extienden a lo largo de sus más de cincuenta kilómetros de recorrido sobre el mar Mediterráneo pueden convertirse, rápida y eficazmente, en un refugio para las parejas y familias que buscan, al menos temporalmente, esquivar el ambiente noctámbulo de la isla y disfrutar de unas vacaciones relajadas en la marina, practicar senderismo, ciclismo y hasta de los deportes acuáticos en pleno invierno, incluido el submarinismo.

En las proximidades de Santa Eulalia, el agua cristalina, la arena dorada y las pendientes suaves que crean piscinas naturales con praderas de posidonia en los fondos marinos - conforman una verdadera joya natural. Llonga , Playa de Es Canar ,Cala Nova ,Cala Llenya y San Carlos de Peralta a no más de 6 kilometros de Santa Eulalia, maravillarán al visitante de la isla por sus paisajes y también por los servicios que ofrecen.

En Cala Longa que se destaca en la zona por la múltiple y variada oferta de hoteles, restaurantes, bares, comercios y pasarelas, los servicios para personas con movilidad reducida son moneda corriente, allí los socorristas dan apoyo a las personas que lo soliciten para realizar el baño asistido en el mar mediante los recursos necesarios: silla anfibia y muletas anfibias.

Pero para aquellos que buscan algo más que la playa, campos cubiertos de algarrobas, troncos retorcidos de las sabinas o valles rojizos salpicados de almendros, abren la postal perfecta para los que disfrutan de recorrer paisajes repletos de magia practicando senderismo o ciclismo.

Santa Eulalia, epicentro de la oferta de playa y rural más selecta de la Isla de Ibiza, es también historia para descubrir. Y también vale la pena sumergirse y disfrutarla.

Más cerca de Argel que de Barcelona, Santa Eulalia fue habitada por muchas civilizaciones diferentes y sus huellas pueden ser percibidas y rastreadas por el viajero ávido: los fenicios la convirtieron en una de las bases de sus rutas comerciales e inauguraron la producción de sal; los romanos la habitaron y el acueducto de s’Argamassa da testimonio de ello. Los tres siglos que los árabes estuvieron en la isla también dejaron su legado y se puede vislumbrar en las almazaras, acequias, aljibes, norias y molinos que pueblan la zona rural. O en Ses Feixes, una joya agrícola herencia directa de la ingeniería almorávide

Así el casco antiguo de Santa Eulalia -en donde el viajero encontrará también numerosos bares, restaurantes y tiendas de productos típicos para recrearse- propone recorridos que vale la pena seguir. Cuantiosas casitas blancas se desparraman en la colina del Puig de Missa y conducen, en un circuito fascinante, al punto máximo de altura en la iglesia de la ciudad desde donde se logran maravillosas vistas panorámicas de los alrededores. La iglesia y la torre anexa, del del siglo XVI tienen una historia que arranca bastante antes, cuando desde ese emplazamiento se podía defender con artillería toda la comarca luego de la conquista.

Desde los pobladores prehistóricos hasta el crisol de nacionalidades que hoy la habita, Santa Eulalia ha atravesado numerosas transformaciones y todas ellas pueden advertirse en sus calles; en las vías principales de Sant Jaume y el paseo de S’Alamera diseñadas en el siglo XIX, se percibe el paso a la modernidad cuando Santa Eulalia comenzó ser fuente de inspiración para artistas, hippies, arquitectos, diseñadores y empresarios.

Santa Eulalia es, además, para el visitante que llega en febrero, garantía de magia extra. Es en ese mes cuando tienen lugar las coloridas y animadas fiestas que se extienden durante algo más de un mes y donde se desarrollan juegos, actos culturales y deportivos.

Santa Eulalia ofrece un menú de experiencias que serán inolvidables para el visitante dispuesto a explorar, una cara distinta de la Ibiza de las revistas, también magnífica y recomendable.

Donde alojarse

En Santa Eulalia la oferta de alojamiento es vasta; por lo tanto, es completamente posible encontrar aquel que más se aproxime a los gustos, necesidades y presupuesto de cada viajero entre los más de 125 establecimientos disponibles.

Hoteles de todas las categorías, casas especializadas en celebración de eventos y viajes de empresa, hostales, agroturismos y casas rurales, apartamentos turísticos, clubs de vacaciones y campings situados en el casco céntrico y las caletas circundantes, constituyen un abanico de opciones considerable.

El visitante podrá optar si dormir en pleno casco urbano, en mitad de un valle agrícola o arrullados por el sonido del mar en alguna de las calas cercanas.

No son pocos los que eligen la playa de Cala Llonga para alojarse ya que forma parte de una zona residencial muy familiar, que a su encanto paisajístico de montañas cubiertas de pinos que caen abruptas en la costa le suma una amplia oferta de deportes náuticos. También en esa playa de aguas transparentes y arenas doradas que tiene certificación ISO 14001 de gestión ambiental, la oferta de alojamiento es variada con servicios de muy buena calidad. Uno de los alojamientos recomendados de la zona es el Hotel El Pinar, establecimiento que cuenta con excelentes reseñas entre sus visitantes

Lo cierto es que con el lujo de los cinco estrellas o con el trato familiar propio de los hostales, Santa Eulalia asegura alojamiento para todo aquel viajero dispuesto a disfrutar de los encantos de la Isla de Ibiza.